viernes, 15 de abril de 2011

Agrupación de familiares de detenidos desaparecidos y diputado comunista, exigen salida de obispo evangélico.

Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y diputado comunista, exigen salida de obispo evangélico La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos AFDD, tiene cautiva a mucha gente y a varias instituciones con su doctrina: Fuiste parte de la Dictadura Militar que violó los DDHH en Chile, por lo tanto no puedes continuar perteneciendo en las Fuerzas Armadas, no puedes ocupar cargo en el gobierno, no puedes ocupar un cargo académico en la universidad. A la larga lista de “no puedes”, ahora pretenden incluir a los pastores evangélicos y le exigen a la Iglesia Metodista Pentecostal expulse al pastor y obispo Roberto López Rojas porque cometió el delito de prestar servicios en la CNI a donde fue asignado por la superioridad de la Armada. Reflexionando en el pastor y obispo Roberto y en esta situación que se empieza a ventilar mediáticamente, descubro que se trata de una magnífica oportunidad para abrir el corazón y revelar los profundos sentimientos de un evangélico, que sin duda interpreta a muchos pastores adultos como yo, que tenía veinte años cuando se produjo el pronunciamiento militar. Los amados hermanos de la Misión Evangélica Uniformada MEU, que agrupa al personal evangélico de las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas, tanto en retiro como activos, son gente entrañable, tremendamente útiles en la iglesia local, que desempeñan los cargos eclesiásticos con alta distinción. Ellos han dado los mejores años de sus vidas al servicio de nuestra amada patria, cumpliendo satisfactoriamente peligrosas funciones en los buques y submarinos, atravesando las húmedas nubes de la atmósfera, cuidando los helados pasos fronterizos, mirando al horizonte en las secas arenas del desierto e introduciéndose en las quemantes noches de la delincuencia urbana. Muchos de ellos, mientras están activos y millares que han pasado a retiro, han sido escogidos por el Espíritu Santo y llamados por el Señor Jesucristo para servir de pastores de la iglesia. Todos ellos sin excluir a ninguno, están aptos para servir al pueblo de Dios, en el lugar que Dios quiera ponerles. Nadie le dirá a Dios que a este no lo puede escoger, Dios es soberano y el es dueño de levantar al que quiera. Es hora que la sociedad chilena, la Concertación de Partidos por la Democracia, el Partido Comunista y especialmente las agrupaciones de izquierda, sepan que el mensaje de la exclusión por haber servido a las fuerzas armadas y haber cumplido misiones asignadas por la superioridad, no impiden a nadie predicar el evangelio en las calles, como tampoco asumir el liderazgo de una iglesia. Sepan que vuestra visión y versión de la historia de Chile no coincide absolutamente en nada, con la mía como evangélico. Al que ustedes maldicen yo bendigo, al que ustedes condenan yo salvo. A lo que ustedes llaman negro yo lo grito blanco. Ustedes querían entregarle la patria a Marx, yo quiero entregársela a Cristo. Ustedes quieren proteger, y Dios quiere promover a los pobres. Ustedes quieren construir la sociedad sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos, yo quiero construirla sobre el poderoso Evangelio de Jesucristo. Ustedes dicen que no hay Dios y el diácono Esteban dice: “He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios” (Hechos 7:56) Cuando Jehová Dios impide a al rey David construir el Templo, por haber derramado mucha sangre en la tierra, está distinguiéndolo como un varón de guerra, está reconociéndolo, porque tuvo que pasar la mayor parte del tiempo de su reinado en el campo de batalla. Israel siempre ha estado saturado de odiosos enemigos, pero siempre Dios, les levanta a un David que “mata a sus diez miles”. Las guerras de David permitieron a Salomón ser un varón de paz, la paz le permitiría a Salomón pensar y dedicar todo su tiempo a la construcción del grandioso Templo de Jehová en la santa cuidad de Jerusalén. “Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí. He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz, porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días” (1ª de Crónicas 22: 8 y 9) www.chilecristiano.cl